Repujado

El metal tiene la propiedad de ser maleable si se trabaja adecuadamente.
El repujado consiste en dar volumen a una lámina de metal, golpeando una de sus superficies, mientras la otra está apoyada sobre un material flexible que sede al volumen que se va formando por los golpes. Para ello se utilizan herramientas especiales de acero templado de diferentes formas y espesores, que se ocupan según la figura a la que se quiera dar realce.